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Salmorejos envasados, de peor a mejor

Jul 29, 2023Jul 29, 2023

El salmorejo es la crema fría del verano. Habrá quien diga ahora que en su pueblo se prepara una que es igual de refrescante y sabrosa, pero hay que reconocer que este primo del gazpacho es uno de los reyes gastronómicos cuando llega el calor. Y tiene sus motivos para tal distinción: se prepara en un pispás y solo se necesitan unos pocos ingredientes muy fáciles de encontrar. Según la Cofradía del salmorejo cordobés, la receta canónica debe llevar cinco en total: tomate, pan de telera, aceite de oliva virgen extra, ajo y sal. La elaboración, ya la conocéis: unirlos y triturar.

Aunque hay días que no se tienen ganas ni de agarrar la batidora. En esos casos siempre está la opción de comprar algún bote de entre todas las marcas que se ofrecen en los lineales de los supermercados. Pero, ¿cuál merece la pena probar? Para evitarte malos tragos y repeticiones, el núcleo duro comidister ha arriesgado su aparato gástrico para realizar una cata de los principales salmorejos envasados. Como ya hicimos con el gazpacho, el hummus o la ensaladilla, hemos establecido una puntuación del 0 al 10. Queridos lectores, he aquí nuestra clasificación salmorejil:

“Si tuviera que decirlo a modo de eslógan del 15M sería ‘le llaman salmorejo y no lo es”, arranca su reseña Mònica Escudero. Según la editora jefa comidister, “es básicamente gazpacho con un poco de pan, como el que hace mi suegra (por eso tiene unas escasas 70 calorías cada 100 gramos, lejos de los salmorejos al uso)”. “Sabe a pepino malo pasteurizado, sabe a pimiento malo pasteurizado, sabe a todo lo que no tiene que saber un salmorejo -ni un gazpacho, ni nada, vamos-, y además lo venden en formato brik a pelo, sin tapón ni abrefácil ni nada parecido, como si estuviéramos en 1990″, detalla. Y remata: “Se supone que lleva un % de aceite de oliva, pero no se nota nada”. Puntuación: 1 (puede subir hasta 1,5 si buscas un gazpacho con pan con sabor metálico). Precio: 2,55 euros el brik de un litro.

“El salmorejo ese que has comprado está bastante regular, eh”, me comentó mi compañero de piso, que se echó un cuenco al ver el brik en la nevera. Mi sensación fue exactamente la misma: desde la primera cucharada el sabor tira para atrás. A pesar de que la receta original no lleva pimiento, sabe más a esta hortaliza que a tomate. Pero no a pimiento fresco de primera calidad y cultivado de forma ecológica, no: a uno que está pasteurizado y rancio. No fui capaz de terminármelo ni creo que vuelva a comprar este producto de Alcampo (al menos hasta la próxima cata). Puntuación: 1. Precio: un brik de un litro cuesta 2,14 euros.

“Otra vez nos encontramos con un gazpacho con pan etiquetado como salmorejo, con cebolla, pimiento rojo y pepino entre sus ingredientes, además de tomate (no sabemos en qué proporción, solo que en total hacen un 75%)”, comenta Mònica Escudero. Esta comidister reconoce que como gazpacho con pan está rico: “Se nota el sabor de las hortalizas, el pepino no lo invade todo y no sabe a metal”. Pero este producto de Alvalle tiene un problema bastante importante: que no es un salmorejo. Puntuación: 3 (y un 7,5 como gazpacho con pan). Precio: entre los 3,69 euros y los 3,99 euros el brik de un litro.

Digamos que El Corte Inglés vende mejores sofás y chaquetones que salmorejos. De primeras la textura es demasiado líquida para lo que uno espera encontrar en este tipo de productos. En cuanto al sabor, tiene notas de tomate pasteurizado, un toque ácido algo desagradable y un gusto final a cartón. Al comprar un salmorejo envasado sabes que es muy difícil que supere a uno casero, pero al menos se le pide que esté bueno, y lo cierto es que este no lo está. Puntuación: 3. Precio: 2,89 euros el brik de un litro.

A la encargada de las redes comidísticas, Patricia Tablado, no le ha convencido este salmorejo de la marca Aldi: “Tiene pocos ingredientes: tomate, pan, aceite de girasol, ajo y agua básicamente, pero para mí el vinagre se queda todo el sabor”. “Lo he tomado a cucharadas pero supongo que bebido también habría funcionado porque es bastante líquido”, apunta Patricia. “Además deja un retrogusto un poco raro”. Puntuación: 3. Precio: 2,99 euros el litro.

El tercer ingrediente -después del tomate y el agua, el único de los que ha probado que la lleva- es un 6% de aceite, por delante del pan (en miga y un 4,5%) y el siguiente es pimiento. Esto a priori no supone un inconveniente para Mònica Escudero, que señala que sí lo es el efecto que tiene sobre el salmorejo la pasteurización, que aplana los sabores y les da un punto metálico desagradable. “Al menos no hay pepino, que es lo que sabe peor cuando pasa por este proceso”, declara. Escudero afirma que la textura “es más ligera que la media, agua y poco pan mediante, y eso hace que al menos no sea un suplicio tragarlo”, aunque eso no libra del suspenso a este salmorejo de Día%. Puntuación: 3,5. Precio: un brik de un litro vale 2,19 euros.

“Es un salmorejo espeso como los lunes por la mañana”, resume Patricia Tablado. “De sabor está bastante bien, y además tiene pimiento”, dice mientras los puristas amenazan con quemarnos la sede. El Querido Líder comidista, Mikel López Iturriaga, no está muy de acuerdo: “Es pastoso, se le nota la pasterización porque sabe a tomate cocinado y el pimiento le da un punto dulzón que no pinta nada en este plato. Para mí es un producto bastante mediocre”. Puntuación: 4 (media de 7 y 1). Precio: 2,05 euros.

De nuevo Mònica vuelve a mandar a septiembre a otra cadena de supermercados. En este caso, Ametller: “En el bote pone “receta cordobesa” y que está elaborado en Andalucía con ingredientes frescos, pero cuando miras la composición encuentras aceite de girasol infiltrado después del de oliva virgen extra (del que lleva un 8%)”, describe Escudero. “Para mi gusto es demasiado aceitoso, se nota de nuevo el sabor a pipa y tiene una densidad un poco excesiva -miro por curiosidad las calorías: 186 por 100 gramos, todo cuadra-, que no se compensa con el vinagre y el ajo porque apenas se notan”. Por si fuera poco, la editora jefa comidister apunta que es el más caro que ha comprado. Puntuación: 4. Precio: 4,29 euros el bote de un litro.

“Soy bastante fan del gazpacho de esta marca -el fresco, que viene en botella y no en brik- pero el salmorejo no ha sido un triunfo”, dice Mònica Escudero, que en este momento se encuentra ingresada en el hospital por una sobredosis tomatera. “Para empezar, se supone que solo lleva un 9% de pan pero aun así, la sensación es demasiado pastosa. Se nota un poco el sabor del aceite de girasol -lleva un 4% además de un 8% de oliva virgen extra-, y ese toque como a pipa lo aleja bastante del sabor tradicional”, opina Escudero, a la que sorprendentemente aún le funcionan las papilas gustativas. “A la vez tiene algo adictivo, seguramente porque tiene un buen punto de ajo y de vinagre que aligera la sensación en boca”. Puntuación: 5,5. Precio: un bote de un litro cuesta 2,69 euros.

“No tengo ningún prejuicio contra la marca de Belén Esteban, y en su momento ya me mostré favorable a su gazpacho”, avisa el faraón comidista Mikel López Iturriaga. “Sin embargo, el salmorejo me ha dejado más frío: el asalto al paladar a base de importantes cantidades de aceite, vinagre y sal sigue siendo marca de la casa, pero el uso del pan con la misma generosidad ha acabado creando un producto algo pastoso y no demasiado amable”, reconoce Mikel. “Encima el aceite no es 100% de oliva, y se incluye una parte de girasol. Te lo puedes tomar sin grandes dramas, pero no sería mi primera opción”. Puntuación: 5,5. Precio: unos 3 euros el bote de un litro.

Tras horrorizarse con el gazpacho pasterizado de la marca blanca de Mercadona, López Iturriaga se enfrenta al fresco. “Si lo tomas después del otro, este te hace sentirte en un fresco patio cordobés lleno de tiestos y flores. En una cata más reposada, de das cuenta de que también es bastante pastoso, como si hubiera sido triturado en algún tipo de superturbina industrial, y que el sabor tampoco mata porque el vinagre y la sal se han comido con patatas al tomate. Pero al menos no te encuentras grandes defectos, y para una urgencia puede valer”. Puntuación: 5,5. Precio: 3 euros el bote de un litro.

En el frontal del bote aparecen los nombres de Paco Roncero, Ramón Freixa y Mario Sandoval y la palabra “premium”, que siempre le da mucha enjundia a la cosa. Claro, ahí uno se pregunta qué necesidad hay de reunir a tantísimos cocineros de alto nivel para elaborar la receta de algo tan simple. Pero vayamos a lo importante: en cuanto al producto en sí, está algo acuoso para lo que entiendo como salmorejo, y el ácido se nota un poco, pero no es ese toque agradable de un buen vinagre. No está malo, que conste, pero tiene un sabor algo plano y una textura que no se asemeja a los cánones tradicionales. La etiqueta impresiona más, la verdad. Puntuación: 6. Precio: alrededor de los 3 euros el litro.

Al verter esta crema de Realfooding, la marca creada por el famoso nutricionista Carlos Ríos, se aprecia que la textura es sedosa. Empezamos bien. El segundo punto positivo es que sabe a tomate y que tiene un matiz de vinagre bastante agradable. Pero no todo es tan bonito: al probarlo también se le nota un toque muy raruno, imagino que de la harina de arroz que aparece en la lista de ingredientes. En general está bueno, pero ese punto extraño -no demasiado acentuado, debo decir- no lo hace redondo ni lo acerca a lo que entendemos por casero, que en definitiva es la aspiración de todos los salmorejos industriales. Puntuación: 6,5. Precio: sobre los 4 euros el bote de un litro.

“Imagino que el salmorejo fresco de Santa Teresa dejará bastante picuetos a los puristas del plato, porque se aleja del canon cremoso/espeso tradicional y podría pasar perfectamente por un gazpacho bebible”, asegura el visir comidista Mikel López Iturriaga mientras me pide que lo espere en la llamada, que regresa en un minuto. “Esto no significa que esté malo: hay cierta nobleza de ingredientes -aceite de oliva virgen extra, vinagre de Jerez reserva- y se agradece una textura levemente rústica que recuerda al preparado en versión casera”, alaba Mikel, que vuelve a la conversación después de haberse liado a tortas con los puristas del plato. “Lo único que me molesta un poco es un ligerísimo regusto final a tomate cocinado, pero en general me parece un producto muy correcto”. Puntuación: 6,5. Precio: en torno a los 6 euros el litro.

Nuestra compañera Mònica Escudero estaba paseando por un Primaprix en busca de los premios favoritos de sus gatos cuando se topó con este salmorejo que no había visto nunca antes. “Lo primero que me llamó la atención fue que llevara harina de arroz en lugar de pan, algo poco canónico pero muy agradecido si eres celíaco”, apunta. “Tampoco llevaba vinagre, algo que en principio no me dio muy buena espina, porque a mí el toque ácido me gusta aunque la receta canónica no lleve”. Como se debe a este sacerdocio que es el periodismo, se lo llevó igualmente, y con él una grata sorpresa: está bueno. “La harina de arroz aporta menos sabor que el pan, así que sabe a tomate rico y a buen aceite; además tiene una textura bastante ligera, de esos que casi te puedes tomar en vaso”. Se trata de un salmorejo fresco, tratado con el método de presión en frío, así que no hay sabor metálico de fondo. “Me ha parecido una buena opción incluso si no eres celíaco, y lo del vinagre se arregla fácil con unas gotas y un meneíto: lo volvería a comprar”. Puntuación: 7. Precio: desde 1,95 a 4,75 euros.

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Antes de realizar esta cata ya estaba abonado a los salmorejos sin pasteurizar que elabora la empresa sevillana García Millán, así que mi reseña está condicionada por las decenas de botes que me he pimplado. No obstante, intentaré hacer una descripción lo más ecuánime posible: la textura es muy sedosa, se le nota el tomate y en general tiene un sabor muy equilibrado (en mi opinión gana con un chorrito pequeño de vinagre de Jerez reserva, pero es que yo soy muy vinagrero). El temido aceite de girasol está entre los ingredientes, aunque no se aprecia ni resulta tan invasivo como en otros que también lo llevan. En resumen: no es un espectáculo ni el mejor salmorejo envasado de la historia, pero es un buen producto industrial. Puntuación: 7. Precio: sobre los 3,70 euros el litro.

Mikel López Iturriaga dice haber vivido un fenómeno cuasi-paranormal con este salmorejo: evolucionó como los gremlins, pero al revés. “En la primera cata, recién abierto, no se mostró muy amable: aun siendo correcto, me cayó un poco mal por cierto regustillo agresivo del aceite, que casi hacía a rancio. Sin embargo, tras pasarse un par de días recapacitando en la nevera, sus sabores parecieron entenderse y acabó convirtiéndose en un salmorejo bastante potable, con un espesor medio ajustado y un buen balance de dulzor y acidez. A no ser que mi frigorífico sea la nueva Virgen de Lourdes, digo yo que la oxidación por contacto con el aire le vino bien”. Puntuación: 7. Precio: 2,99 el litro.

La localidad sevillana de Los Palacios y Villafranca es conocida por la calidad de sus tomates, así que un salmorejo elaborado allí a priori debe estar bueno. Este en concreto tiene una textura grumosa, un poco espesa, y en efecto sabe a lo que uno desea: a tomate. Tiene un sabor muy equilibrado, con un punto de ajo que apenas se nota y otro de ácido bastante suave. Está muy bueno, de verdad, pero tiene una pequeña pega: contiene un 6% de aceite de oliva refinado y solo un 1,7% de virgen extra, una proporción algo descompensada para un producto del nivel y precio de este. Puntuación: 7. Precio: sobre los 3,50 euros el litro.

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“Si a raíz de su otra creación hemos pensado que Alvalle no sabe los ingredientes que lleva el salmorejo, con este nos damos cuenta de que estábamos equivocados: este contiene un 36% de tomate de pera, el siguiente ingrediente es tomate -sin porcentaje ni apellido- y después del agua encontramos un 7% de tomate kumato. Después tenemos un 5,3% de aceite de oliva virgen extra, pan, vinagre, sal y ajo”, desgrana Mònica Escudero, ya recuperada. “Tiene una textura ligera y agradable, bastante más ligera que la de un salmorejo al uso, pero está rico y da ganas de comer más. Para mi gusto mejora bastante con tres gotitas de vinagre de Jerez”, comenta. Y añade: “Me resulta curioso que en los dos envases de la marca ponga que la ración habitual es de 180 gramos y que en un brick o botella hay cinco o seis. ¿Lo decidirá el mismo psicópata que asegura que en un paquete de 250 gramos de pasta fresca hay ‘dos o tres raciones’?”. Puntuación: 7,5. Precio: en torno a los 3,65 euros el bote de 900 ml.

“El salmorejo sin pan de Majao puede sonar a marcianada, pero tiene sentido si buscas una versión más ligera / bebible del clásico cordobés o eres celíaco, sensible o alérgico al gluten”, ilustra el gerifalte comidista Mikel López Iturriaga. “¿Parece un gazpacho sin pepino, cebolla y pimiento? Quizá. ¿Sabe a tomate maduro, está muy bien equilibrado de acidez, no abusa ni del aceitorro ni del ajo y tiene una fantástica textura sedosa? También”, dice López Iturriaga sobre el salmorejo que ocupa el primer puesto de nuestra clasificación. Doy fe de todo lo que comenta Mikel: está riquísimo. Puntuación: 8,5. Precio: entre los 3 y los 3,90 euros el litro.

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