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Sí, 2022 ha sido otro año en el que se ha notado el azote que la pandemia del coronavirus, la crisis de los semiconductores y los cambios en la metodología de trabajo de algunos estudios han supuesto para la industria del videojuego. Pero basta con echar un vistazo rápido a este listado para darse cuenta de que ha sido un año fantástico para el medio a pesar de los retrasos y de algunos títulos que no han aterrizado con éxito su propuesta. Y sobre todo, ha sido un año variado: superproducciones que han llevado más allá sus respectivos géneros, juegos independientes que nos han pillado con el pie cambiado, títulos apetecibles que han acabado siendo aún mejores que lo que esperábamos, sagas de renombre que se han reinventado. Y animales. Muchos animales. Da igual en qué plataforma juegues. Da igual qué tipo de juego disfrutes más. Ha habido de todo, y para todos. Vivan los videojuegos, y brindemos por un 2023 todavía mejor.
Después de un tiempo en acceso anticipado, Vampire Survivors por fin tiene una versión completa que demuestra cómo con una idea a priori simple se puede ofrecer una experiencia desafiante, profunda y adictiva. Este último adjetivo es el que más se suele utilizar para definir el proyecto de poncle, estudio formado por una sola persona, pero lo cierto es que no sólo tiene la virtud de atraparnos con su fórmula de supervivencia minimalista, sino que demuestra tener un potente trasfondo con muchas capas de estrategia, secretos y posibilidades jugables.
Stray se ha convertido en uno de los videojuegos del momento, una posición que ha alcanzado en parte por se una aventura protagonizada por un gato, pero también por muchas otras virtudes como su espectacular acabado gráfico o la variedad de situaciones que plantea a lo largo de su no demasiado larga historia. Controlamos al felino protagonista en una ciudad futurista abandonada, habitada únicamente por robots, precisamente para ayudar a uno de ellos: un pequeño dron que nos acompañará en nuestro viaje dándonos más posibilidades de interacción con el entorno.
Puede que el movimiento de Game Freak y The Pokémon Company con Leyendas Pokémon Arceus sea uno de los más arriesgados que hemos visto jamás en esta franquicia. ¿Lo bueno? Que ha salido genial. No era sencillo, si nos paramos a pensarlo: coger la tradicional fórmula Pokémon y reconvertirla en un juego de acción en tres dimensiones en grandes escenarios abiertos plagados de criaturas, y además cambiar el combate por turnos hacia un enfoque mucho más directo, es una completa declaración de intenciones para el nuevo rumbo de la saga. Es cierto que tiene sus estrecheces, sobre todo a nivel gráfico y de rendimiento, pero en conjunto es una experiencia mágica tanto para fans de los monstruos de bolsillo como para aquellas personas que sólo deseen disfrutar de una aventura divertida, larga (sobre todo si queremos completarla al 100%), adictiva y, además, enmarcada en un precioso mundo con un estilo artístico especialmente evocador en ciertos momentos.
En Gran Turismo 7 podemos disfrutar de uno de los mejores simuladores de conducción de los últimos años, toda una oda al mundo del motor y un completo homenaje a la historia de los coches. Los amantes de este sector podrán disfrutar de un museo vivo que nos permite embobarnos mirando nuestros vehículos favoritos, modificarlos tanto a nivel estético como de estadísticas, y conducir durante horas en una amplia selección de circuitos variados. Se consigue así una experiencia muy realista para los sentidos, aunque no esté libre de máculas como la simpleza de su modo Café y ciertas imperfecciones en su sistema de colisiones, que sigue necesitando evolución. Dejando eso a un lado, el sentimiento de estar conduciendo en la vida real está ahí, potenciado por el magnífico acabado audiovisual y por un espectacular aprovechamiento del DualSense en PS5.
La primera impresión que nos ofrece Tunic es la de ser un coqueto juego de aventuras de corte independiente, muy inspirado en los Zelda clásicos tanto a nivel mecánico como en lo que respecta a su adorable apartado artístico. Sin embargo, a medida que avanzamos en la experiencia esta va desvelando nuevas aristas insospechadas: el combate al estilo Souls y su críptica trama, idioma inventado incluido, son las capas más visibles de este conjunto que no para de sorprendernos. Esa es la clave de este juego, en realidad, maravillarnos a cada paso que damos, con cada nuevo descubrimiento que realizamos y cada nuevo atajo desvelado. Así nos hace partícipes de una preciosa aventura en la que pasito a pasito indagamos un intrincado mundo hasta descubrir todos sus secretos.
Kirby no podría haberlo hecho mejor en su primera incursión en las tres dimensiones. Con Kirby y la tierra olvidada, HAL Laboratory ha bordado una aventura en la que por primera vez podemos controlar a la bolita rosa en escenarios tridimensionales diseñados con un esmero impecable, siempre con la idea de conseguir un resultado tan estimulante como accesible para todo tipo de audiencias. A lo largo de entre las seis y ocho horas que puede durar una partida normal (el doble si queremos completarlo al 100%) nos vamos a encontrar con un mundo repleto de plataformas, puzles, acción, exploración y combates contra jefes finales que saben sacarle partido a las características y poderes especiales de este querido personaje de Nintendo. Además, es un título que nos permite jugar tanto en solitario como en cooperativo (dos jugadores cooperando en la misma pantalla), por lo que es doblemente recomendable.
Incluso con su arriesgado cambio de tercio, OlliOlli World ha sabido ofrecer una singular aventura de skate en perspectiva lateral que se adapta perfectamente a cualquier tipo de jugador: los más competitivos seguirán encontrando una obra de controles minuciosos a los que tendrán que cogerle el tranquillo para sumar puntos truco a truco y colocarse en lo más alto de la tabla, mientras que quienes busquen una experiencia más relajada podrán sacar provecho de su nueva faceta aventurera para completar misiones, explorar los escenarios (que han ganado en profundidad), desbloquear nuevos atuendos y, en general, disfrutar del viaje que se extiende a lo largo de varios mundos y niveles. Además, su renovado apartado gráfico le sienta como un guante y permite a sus autores buscar nuevas formas de expresión visual mucho más carismáticas que las de anteriores entregas.
Siendo una entrega continuista con respecto a su predecesor, A Plague Tale: Requiem consigue mejorar todos sus puntos fuertes y pule los que no lo eran tanto. Con eso, y con una apuesta por profundizar en sus personajes permitiéndoles crecer y evolucionar a lo largo de la aventura, recibimos una secuela de manual con los brazos abiertos. Además, es un juego gráficamente espectacular, que pone a sudar el hardware de nueva generación, y puede presumir de que la extrema linealidad de su trama mantiene el ritmo durante las alrededor de 20 horas que dura.
Total War: Warhammer 3 supone el cierre de una trilogía muy especial para los amantes de los juegos de estrategia fantástica, un final idóneo para una franquicia que Creative Assembly ha adaptado al videojuego desde el cariño y el respeto propio que un fan de Games Workshop le profesa a Warhammer Fantasy. No es que sea una entrega especialmente revolucionaria, pero sí cuenta con las suficientes novedades añadidas, además de ciertos ajustes y retoques, como para considerar que es la más pulida de las tres. Con sus más y sus menos, y ciertos problemas arrastrados de anteriores entregas, es una obra única, un cierre por la puerta grande que nos mantendrá luchando con o contra los Ejércitos del Caos en una campaña épica.
Splatoon 3 se ha posicionado como la mejor entrega de una saga divertidísima, establecida ya como uno de los grandes buques insignia de Nintendo. En este nuevo título no se inventa nada, sino que se opta por perfeccionar una de las fórmulas más refrescantes que podemos encontrar a día de hoy en el mercado. Su jugabilidad es prácticamente perfecta, la profundidad de sus sistemas se adaptan a cualquier tipo de jugador y en esta tercera entrega la cantidad de armas, mapas, prendas y opciones de personalización multiplican las virtudes de un título que, además, ahora se puede disfrutar en solitario gracias a una campaña impecable.
En Neon White las cartas son armas (pistolas, escopetas, metralletas) y podemos usarlas para disparar o bien descartarlas para activar su habilidad secundaria, siempre relacionada con el plataformeo. Todo con el objetivo de matar al máximo número de demonios posible. De alguna manera Neon White consigue bordar la mezcla entre el shooter frenético, el plataformeo parkouriano, la visual novel cargada de humor y sensualidad, y el speedrunning. ¿Cómo? No lo sabemos, pero de lo que sí estamos seguros es de que no es solo un juego tremendamente original, estéticamente apabullante y con una tonalidad muy agradable, sino que también ejecuta de manera magistral a nivel de diseño de juego la mezcla tan extraña que propone.
Si el primer juego ya se posicionó como uno de los roguelite más recomendables, este Rogue Legacy 2 es todo un ejemplo de cómo llevar una secuela a buen puerto. Por un lado mantiene la esencia jugable que nos encandiló de su predecesor, con finura en las mecánicas y la brillante idea de cambiar las habilidades del héroe protagonista en cada nueva partida, mientras que por otro consigue ampliar la experiencia enfocándose más hacia la estructura metroidvania y haciéndose todavía más grande, más pulido, más ágil y con un apartado gráfico mucho más atractivo.
Teenage Mutant Ninja Turtles: Shredder's Revenge es la mejor versión imaginable del retorno de las Tortugas Ninja al videojuego. Vaya, que Tribute Games no podía haberlo hecho mejor: es una obra que desprende amor por el material original y los primeros videojuegos de esta querida serie, sin olvidarse de aprovechar las posibilidades actuales para actualizar una fórmula clásica tanto a nivel jugable y de diseño de niveles como en lo que respecta a su espectacular apartado gráfico. Es un título que tiene todo lo que podríamos pedirle tanto como fans de las Tortugas Ninja en particular como de los beat'em up en general.
Sifu es desde ya un completo imprescindible para los amantes de las peleas brutas, con peso, en las que cada golpe cuenta. Lo nuevo de Sloclap coge las bases de su anterior propuesta, Absolver, y las lleva a un nuevo nivel combinando dos géneros tan peculiares como son el beat'em up en tres dimensiones y el roguelike: el resultado de esa mezcla es un exigente título de acción que nos fuerza a estar muy concentrados durante el violento recorrido de venganza que protagonizamos, un camino en el que tendremos que memorizar y aprender cómo pelean nuestros contrincantes para tratar que no nos derroten antes de llegar al final. Cada vez que lo hagan, cosa que pasará más de una vez, nuestro luchador irá envejeciendo, pero también ganando en experiencia.
Quizás Bayonetta 3 ha dejado un sabor de boca agridulce en los fans de la bruja de Umbra, pero lo cierto es que incluso así esta tercera entrega ha resultado ser todo un juegazo con algunos momentos absolutamente increíbles. Destaca sobre todo cuando se centra en la acción pura y dura, gracias a su sistema de combate novedoso, accesible, divertido, frenético y muy profundo. También es digno de alabar el afán por el espectáculo, con una puesta en escena que nos deja anonadados con sus coreografías y escala de los conflictos.
Aunque en un principio parecía demasiado pronto para un remake de The Last of Us, este proyecto ha demostrado que la obra de Naughty Dog merecía un tratamiento a la altura de lo que han conseguido con esta nueva versión. Está completamente rehecha desde cero, con nuevas animaciones, modelados y escenarios, así como con retoques gráficos de nueva generación. Quizás jugablemente se note algo por debajo de la segunda entrega, pero mantiene la esencia del original comprendiendo bien sus limitaciones.
Pentiment es sin duda uno de los videojuegos más originales del año. Esta nueva obra de Obsidian Entertainment lleva el rol a otro nivel poniéndonos en la piel de un personaje personalizable de la Centroeuropa del siglo XVI, el cual se ve envuelto en un crimen que ha de resolver. Su estética, inspirada en los grabados medievales, es sólo la faceta más visible de su fresca propuesta: la manera en la que nos permite involucrarnos en su universo y la manera en la que aprovecha su ambientación para reflejar sutilezas narrativas son algunas de sus principales virtudes. Un juego verdaderamente recomendable incluso aunque de primeras pueda echar para atrás.
No teníamos muy claro qué esperar. ¿Un XCOM con superhéroes? ¿Un juego de cartas con batallas espectaculares? ¿Un juego de rol basado en mejorar relaciones con los personajes de la Casa de las Ideas? Finalmente, ha resultado ser todo eso, y todavía más. Marvels Midnight Suns se ha convertido en uno de los mejores videojuegos de Marvel jamás hechos. Un RPG con combates tácticos profundísimos y dinámicos, que nos sorprende con situaciones nuevas constantemente, que nos engancha por ver cómo se desarrollan los acontecimientos de la batalla contra las huestes demoniacas Lilith, y que nos muestra la faceta más humana y vulnerable de nuestros superhéroes favoritos (y de otros que pasarán a serlo) en su faceta más rolera. Sin duda, una de las sorpresas del año.
Return to Monkey Island es algo más que el regreso de una icónica saga de videojuegos, es la celebración de un género denostado pero al que todavía le queda mucho por decir. El proyecto de Ron Gilbert y Dave Grossman rebosa carisma y diversión, también ingenio sumado a un diseño de personajes inolvidables. Se trata de todo un regalo para los fans de las aventuras gráficas que allana el camino para lo que podría llegar a ser una nueva edad dorada de este tipo de obras interactivas.
Immortality es el nuevo juego de Sam Barlow, lo que significa que ya sabemos lo que podemos esperar: una misteriosa aventura rodada con personas reales en la que tenemos que investigar algo, en esta ocasión la desaparición de una famosa actriz, toqueteando los vídeos y uniendo pistas. Durante las 10 horas que dura, el ritmo de la obra no nos deja de sorprender con nuevos giros que abordan temas de lo más interesantes. Es uno de los proyectos más experimentales de Barlow, y como tal, poco más podemos decir sin destriparos la experiencia.
Si la primera entrega ya cautivó y sorprendió a partes iguales, el nuevo Mario + Rabbids Sparks of Hope ha conseguido volver a dejarnos con la boca abierta convirtiéndose automáticamente en uno de los grandes imprescindibles del catálogo de Nintendo Switch. Introduce muchas novedades a la fórmula del original, aportándole frescura al mismo tiempo que mantiene un contenido diseñado con mimo e ingenio. Situaciones variadas, jugabilidad gratificante, preciosa dirección artística Un juego con el que pasárselo en grande de principio a fin.
Horizon Forbidden West tenía la difícil misión de ampliar las bondades de la primera entrega en muchas y nuevas direcciones, algo que Guerrilla Games ha conseguido casi sin despeinarse. Esta nueva aventura de Aloy expande el mundo posapocalíptico en el que se enmarca dándonos nuevos espacios que explorar y nuevos estilos de juego que multiplican las virtudes del primer título. Es una completísima secuela que perfecciona aquellos aspectos que ya destacaban del primero (combate, exploración, acabado gráfico ) y refuerzan la propuesta con nuevos horizontes que dejan claro que el mundo de Horizon tiene mucho que ofrecer, como más variedad de actividades, mayor presencia de diálogos con decisiones, protagonismo de tribus y personajes secundarios, buen diseño de misiones y niveles, y una espectacular ejecución de la captura facial. En definitiva, un nuevo imprescindible de PlayStation.
Xenoblade Chronicles 3 se ha convertido en todo un imprescindible del catálogo de Nintendo Switch gracias a la épica y emotiva aventura que nos permite protagonizar. Durante las más de 100 horas que dura su titánica experiencia JRPG nos regala un momentazo tras otro, fascinándonos con la forma en la que construye historia, personajes y situaciones. A eso hay que sumarle un profundo sistema de combate y clases, así como un apabullante mundo que nos cautiva con un maravilloso apartado audiovisual.
La nueva aventura de Kratos y Atreus, que cierra la saga nórdica de God of War, ha resultado estar a la altura de sus expectativas, logrando incluso mejorar a la entrega predecesora. God of War: Ragnarok se ha convertido desde ya en el mejor juego de la saga de PlayStation y Santa Monica Studio, brindándonos un viaje con unos valores narrativos exquisitos en el que no faltan grandes y épicos combates, ingeniosos puzles, multitud de secretos y una trabajadísimo contenido secundario.
Cuando supimos que FromSoftware estaba trabajando en un nuevo juego al estilo Souls pero en mundo abierto muchos nos quedamos desconcertados al no saber cómo se adaptaría una fórmula tan concreta a un espacio más amplio. Sin embargo, Elden Ring ha necesitado poco tiempo para convencernos de que esa combinación es un completo acierto, convirtiéndose en uno de los videojuegos mejor valorados de los últimos años y todo un éxito de ventas a nivel mundial. Sus virtudes, que son muchas, se esconden entre los recovecos de unas Tierras Intermedias plagadas de sorpresas y secretos inesperados, una obra colosal que gracias a su estructura abierta nos permite interactuar con el mundo de la manera en que lo deseemos, integrando nuevos sistemas y mecánicas a la clásica fórmula del estudio japonés sin dejar de lado su característico enfoque desafiante para el que no viene mal tener nuestra guía a mano.